El país vivió la semana pasada uno de las peores de los últimos tiempos.
Ante una importante prueba de riego como país, inicia otra nueva competencia por seguir conteniendo el valor del dólar, comienza un nuevo desafío.
Ahora esta semana, y sin respiro, empiezan a vencer las primeras
leliq emitidas en la era Guido Sandleris al frente del Banco Central de la República Argentina, con tasas siderales. Recordemos que Luis Caputo al dejar su cargo se encontraban en el 60 por ciento.
En este escenario, se plantean dos dilemas contrapuestos, o por lo menos así está representado por los intereses que debería defender cada uno.
Por un lado el Gobierno, con el lema de defender los intereses de todo el pueblo argentino. Querrá renovar las leliq a la misma tasa o inferior con la que fueron emitidas, y a su vez recuperar fondos. El 01 de octubre la tasa promedio de emisión fue al 67,175 por ciento, y el viernes ya se entregaba a una tasa del 73,314 por ciento.
Por el otro lado, el sector financiero privado, con el lema de defender el interés económico de sus accionistas y propietarios, se podría agregar sin camiseta argentina puesta. Este sector adquirió las Leliq a un 67,175 promedio, y querrá renovarlas a una tasa superior, a sabiendas que se logro una tasa del 73,314 el último viernes. Por lo tanto, será su objetivo mantenerla o mejorarla, o, con el as en la manga, sacar los pesos con su interés incluido, que en términos relativos tienen un mayor poder adquisitivo, en relación al dólar, del que tenían el lunes 01 de octubre, y volver a la divisa norteamericana, lo que generaría una situación muy delicada.
Esto sucede en un contexto donde el mundo percibe un mayor riesgo para los mercados emergentes por dos motivos, primero por la fuerte disputa comercial que mantienen los EE.UU. y China. Y segundo, quizás lo más importantes en este momento, una fuerte alza de la tasa del bono del tesoro de EE.UU a 10 años, que clausuró en 3,23.
Más allá de esta situación no ayudan las tasas locales de hasta el 74,1% que convalidó el BCRA en el marco de su nuevo programa monetario destinado a frenar la volatilidad cambiaria y la alta inflación. Donde analistas económicos resaltaron que no habrá reactivación posible con tasas del 74% para parar al dólar.
Por último, el Riesgo País subió esta semana un 7,4 por ciento, según la medición de JP.Morgan, a 669 puntos básicos.
Al BCRA le cuesta cada vez más caro secar la plaza de pesos y contener el precio del dólar, entonces las dudas radican en el armado de una nueva "bomba" llamada Leliq. El 3 de octubre, el stock de Leliq, alcanzaba $462.343 millones y ya superaba en más de $120.000 millones el remanente de Lebac.
El gobierno confía que el riesgo con el stock, que puede crecer aceleradamente y deteriorar el balance del BCRA y puede alcanzar el nivel que tenía la deuda con Lebac antes de estallar, tiene una diferencia fundamental, con lo sucedido anteriormente, está en el nivel del tipo de cambio y en el mayor margen de maniobra que tendrá con este pasivo, al estar enfrente de agentes que están bajo la propia regulación del BCRA, en referencia a los bancos.
Comienza una nueva semana.